sábado, 30 de junio de 2007

LECTURA COMPARTIDA


¡Tenemos algo increíble para contarles!!!
Resulta que estábamos en clase, y el Esposo de la seño pidió que se comunique ella con él. Entonces ella lo llamó por teléfono.
Nos contó que el esposo había hablado a un programa de radio para participar de un juego. ¡El juego era en ese mismo momento! Y era así: se proponía que algunos oyentes cuenten que objeto necesitaban y cuanta plata tenían para comprárselo. Llamaban cuatro personas más necesitando algo.
El resto de los oyentes podían llamar y votar cual era el pedido más interesante de los cinco. Si tu pedido era el ganador, la radio llamaba a algún negocio que tuviese el objeto que vos necesitabas y le pedía al comerciante que acepte la plata que ofrecías. A cambio, la radio le promocionaba en ese mismo momento su negocio: dirección, teléfono, meil, etcétera.
¿A que no saben? ¡Ganó el esposo de la seño!!! ¿Y qué necesitaba él? ¡ Cuarenta y ocho libros! -¿Qué raro, no?- dijo el conductor del programa, que se llama Andy Kusnetzoff.

Lo que pasa es que esos cuarenta y ocho libros eran para nosotros, que somos cuarenta y ocho alumnos y queríamos el libro "La isla del Tesoro"para compartir juntos su lectura ...
¡Adivinen que más! Andres llamó a la Editorial Alfaguara y...¡Aceptó el canje!!! Nos dejaron cuarenta y ocho libros a ciento cincuenta pesos, ¿Qué tal?
Les damos un dato muy interesante: Alfaguara solo tenía en depósito unos diez libros. ¿Cómo sumaron cuarenta y ocho, entonces? Los empezaron a llamar de muchas librerías para avisarles que ahí tenían más libros de ese título, y los fueron recopilando poquito a poco. ¡Hasta los buscaron en otras provincias, y llegaron por encomienda!
Resultado: Tres semanas después, viernes 29 de junio, cuatro y cuarto de la tarde: todo séptimo grado con un libro bajo el brazo...¡Que ya es de cada uno!
"La isla del Tesoro"es para Nosotros no sólo una novela que inaugura mil lecturas posibles... Significa mucho más. Porque ya, desde el principio, juntos nos emocionamos cuando nos eligieron, cuando supimos que serían nuestros. Porque ya, desde el principio, encierra un abrazo, un festejo; realmente sentimos alegría por este libro.
Porque en séptimo, todos ya tenemos por lo menos un libro que inaugura cuarenta y ocho estantes que posiblemente, mañana, sean bilbiotecas.
Gracias por tantos esfuerzos que, definitivamente, valieron la pena.
Ya tenemos los libros. Ya estamos compartiendo esta nueva lectura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Señorita Deborah, tu relato me ha emocionado muchísimo. Con maestras como vos, ¿quién se atrevería a decir que no se puede lograr algo? De corazón, te felicito por lo que hacés por esos chicos, por la literatura y por la educación. Se nota que ponés pasión y que valorás cosas que parece que estuviesen perdidas. Hoy se escucha en todas partes que los chicos no leen, y yo siempre me pregunto... ¿Quién los hace leer? ¿Quién genera experiencias para que vivan la magia, la fantasía, la ficción? ¿Quién les alcanza un libro y se preocupa porque por lo menos sean los dueños de uno propio? ¿Quién les lee? Para lo que necesites, me pongo a tu disposición si en mí está poder darte una ayuda. Un beso. Marisa (otra amante de crear espacios para la lectura y la escritura en la escuela).

Anónimo dijo...

Señorita Deborah y Alejandro, su marido, es realmente un orgullo conocerlos y admirable ver la pasion que ponen en su trabajo. Ojalá muchos los imiten!!!! FELICITACIONES!! Paula

Anónimo dijo...

Me parecio muy lindo su blog, en cuanto a su libro espero que lo sigan leyendo.

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